martes, 26 de junio de 2012

¿El denario un precursor del euro? Todo lo contrario – Una conferencia de Andrew Burnett


La historia ha sido a menudo utilizada para justificar el presente. Ese fue el caso cuando la Comunidad Europea introdujo la unidad monetaria, pues se presentaba al Imperio Romano como un claro precedente histórico para el uso de una moneda común en un gran territorio. Para Andrew Burnett -Curador de monedas y medallas del Museo Británico y eminencia numismática mundial- El Imperio Romano y el denario no pueden ser considerados un precedente del euro. A diferencia de la Comunida Europea, el Imperio Romano sí constituyó una unidad política, pero nunca buscó establecer una unidad monetaria dentro de su territorio. Ese es el argumento de la brillante conferencia de Burnett en el Gresham College que podéis encontrar en el vídeo de Youtube que encabeza esta entrada (lamentablemente, sólo en inglés). Podéis descargar aquí el audio y una breve transcripción.

Los argumentos de Burnett me parecen muy convincentes y creo que iluminan en muchos sentidos el debate actual en torno al futuro del euro. El brillante numismático inglés plantea cuatro puntos centralesque puedo resumir brevemente en beneficio de quienes no dominan el inglés:

1. Lejos de constituir una unidad monetaria, durante la mayor parte de su historia, el Imperio Romano se caracterizó por una gran diversidad de monedas regionales diferentes. El áureo fue la única moneda de difusión general. El denario tuvo un papel importante en el Occidente del Imperio, pero no en Oriente, donde muchas ciudades siguieron acuñando sus propias monedas de plata para uso local y regional. Un ejemplo particularmente claro son los cistóforos de Pergamo.

2. Los romanos podría haber unificado los distintos sistemas monetarios, pero optaron en forma consciente por no hacerlo, a pesar de que consideraban a las acuñaciones locales como extranjeras frente a la propia.

3. Existen, incluso, algunos indicios de que los romanos se esforzaron por mantener esta diversidad apoyando el desarrollo y la continuidad de sistemas de acuñaciones regionales, como para Burnett sucedió en Hispania y Siria.

4. Cuando la unificación monetaria se produjo finalmente, no fue como resultado de una acción política, sino como consecuencia involuntaria de otros procesos. En el imperio occidental la unificación se produjo durante el siglo I d.C. a medida que la romanización de las poblaciones locales acrecentaba sus deseos de usar exclusivamente las monedas romanas. En el imperio oriental, por el contrario, la desaparición de las acuñaciones locales se produjo durante la hiperinflación del siglo III, que las hizo obsoletas. Fue entonces cuando Diocleciano introdujo un nuevo sistema monetario romano único con vigencia exclusiva en todos los territorios imperiales.

La conclusión de Burnett es que, cuando no es el producto de procesos incontrolables, la unificación monetaria es un fenómeno cultural y no de tipo económico. Estoy de acuerdo y creo que parte de los problemas actuales con el Euro tienen que ver con la dificultad de integrar aspiraciones culturales y realidad económica. ¿Qué opináis vosotros?

viernes, 22 de junio de 2012

¿Cómo saber el valor de una moneda norteamericana? El asistente online de Heritage Auctions



2 cents 1865
Recibo decenas de consultas de personas que quieren conocer el valor de una moneda. En muchos casos, se trata de piezas modernas sobre las que, al encontrarse fuera de mi área de especialidad, no puedo brindar ningún tipo de ayuda. Afortunadamente, para el caso particular de las monedas de los EE.UU existe un completo asistente online que puede brindar una primera respuesta y mucha información útil.

Se trata de una página web desarrollada por la casa de subastas Heritage, una de las más importantes del mundo. Además de un poderoso motor de búsqueda que abarca a miles de resultados de subastas anteriores, Heritage ofrece una serie de guías básicas orientadas al principiante para que este pueda identificar su moneda y formarse una idea de su valor aproximado. Cada guía contiene fotografías y detalladas explicaciones, junto con diversas tablas que informan sobre los rangos de precios habituales para las distintas variantes. La página incluye también una guía de precios más avanzada para personas cono conocimientos numismáticos en el área

2 cents 1865
Si bien sólo están disponibles en inglés, las guías son de fácil lectura y tan informativas que las recomiendo para todos los que quieran introducirse en este tema,

Quienes residen en Estados Unidos pueden, por otra parte, solicitar una evaluación y tasación profesional de un experto de Heritage. En caso de consignar la pieza para su venta por esa casa de subastas, el costo de la tasación será bonificado de las comisiones habituales.

miércoles, 20 de junio de 2012

Las monedas “Judaea capta”


Sestercio de Vespasiano Judea capta

La serie de monedas romanas acuñadas por Vespasiano y Tito desde el año 70 para celebrar la reconquista de Jerusalén se encuentra entre las más famosas de la historia y entre las más codiciadas por los coleccionistas de todas las épocas. En esta entrada, ofrezco un análisis general de la historia y características de estas fantásticas piezas, que también se las considera parte de las “monedas bíblicas”.

La Judea romana y la primera revuelta de los 66 al 73 d.C.


Hasta el año 6 d.C., Judea había sido un reino cliente de los romanos, que conservaba un cierto grado de autonomía dentro del imperio. Desde ese año, sin embargo, fue transformada en provincia bajo el mando de un procurador. El dominio romano directo no fue bien recibido por la población local, recelosa de la creciente influencia pagana de griegos y romanos en su territorio, pues éstos no respetaban sus preceptos religiosos tradicionales. Las tensiones se fueron acumulando por décadas hasta estallar finalmente en el año 66 en una revuelta militar abierta.

Los rebeldes alcanzaron rápidamente algunos éxitos importantes al derrotar a las guarniciones romanas de la provincia. Nerón nombró entonces a Vespasiano como comandante en jefe de las operaciones represivas y, a pesar de la feroz resistencia de los judíos, sus tropas comenzaron lentamente a recuperar los territorios en manos de los insurrectos. La victoria romana se retrasaría por la guerra civil del año 69 de la que Vespasiano emergería como nuevo emperador. Las operaciones siguieron bajo el mando de su hijo Tito, quien en el año 70 dio el paso decisivo al logar tomar Jerusalén tras un largo y duro sitio. El combate fue brutal y los romanos destruyeron durante el saqueo el segundo templo.

Los romanos demorarían todavía tres años más en destruir los últimos focos de resistencia judía, como la célebre fortaleza de Masada, que fue el último bastión rebelde en ser capturado, en el año 73.

Denario y sestercio de Vespasiano Judea capta

Las monedas “Judaea Capta”


Poco después de la captura de Jerusalén por Tito en el año 70 d.C., su padre realizó una extensa emisión de monedas celebrando la victoria. Sus motivos pasarían a formar parte del repertorio numismático habitual de la dinastía Flavia y seguirían siendo acuñados durante los reinados de Tito y Domiciano, es decir, por un período de 25 años. Los mismos aparecerían en todas las denominaciones romanas de la época. La revuelta judía había representado un serio desafío al poder imperial y era por ello esencial para la propaganda romana ilustrar su fracaso. Al mismo tiempo, estas monedas contribuían a legitimar el poder de la nueva dinastía Flavia destacando la virtud militar de la familia.

Los elementos más frecuentes en el diseño del reverso de estas monedas son una palmera y una figura femenina sentada en actitud de duelo. Se trata de una representación alegórica de Judea, como lo explicita la leyenda “Iudaea capta”, “Judea conquistada”. Otros motivos frecuentes que se combinan con éstos en distintas formas son la figura de pie del emperador victorioso, un prisionero masculino, la diosa Victoria, y un trofeo romano.

denario de Vespasiano Judea Capta

La moneda más común de la serie es un denario de plata, acuñado por Vespasiano, con la representación de Judea llorando sentada a los pies de un trofeo romano, y la leyenda IVDAEA. En otros denarios se encuentran distintas variaciones de este motivo, con una palmera, un cautivo etc. En algunos denarios aparece también la leyenda “Iudaea devicta”, “Judea vencida”.

Las monedas más atractivas de la serie son, sin duda, los sestercios y ases, que por su tamaño se prestan especialmente a una representación detallada. En ellos encontramos los motivos típicos de la serie (Judea, el cautivo, la palmera, la diosa Victoria, el emperador, etc.) en diversas combinaciones. El sestercio cuya imagen encabeza esta entrada es uno de los ejemplares mejor conservados que se conozcan. 

viernes, 15 de junio de 2012

Las monedas de Apamea con el arca de Noé


Moneda de Apamea con el arca de Noé
La del Arca de Noé es una de las historias más conocidas de la Biblia. En realidad, no es originalmente una leyenda judía, sino que es común a muchas civilizaciones antiguas. La epopeya asirio-babilónica sobre el rey Gilgamesh, por ejemplo, escrita alrededor del 2300 a.C., contiene un mito muy similar. La de Noé es la única historia del Viejo Testamento conmemorada en una moneda antigua. Se trata de una serie de piezas de bronce de la ciudad de Apamea del siglo III d.C., muy codiciadas hoy por los coleccionistas de monedas bíblicas.

Judíos en Apamea


Después de su conquista de Siria en la Quinta Guerra Siríaca (202-198 a.C.), el rey seléucida Antíoco III estableció en Apamea de Frigia (hoy la ciudad de Dinar en el oeste de Turquía) una colonia militar de soldados judíos. Los recién llegados se integrarían bien a la ciudad pero sin perder sus creencias. Conformarían una exitosa comunidad, muy ligada a la actividad comercial.

Apamea era una ciudad próspera en la época romana. Era un importante centro en el que se unían muchas rutas comerciales. Recibía caravanas del este y el sur cargadas con sedas, especias, incienso, perfumes y otros productos valiosos. La población de la ciudad era una mezcla cosmopolita de frigios, lidios, capadocios, griegos, judíos y romanos, todos involucrados en el comercio.

Dibujo de moneda de Apamea con el arca de Noé
Los colonos judíos identificaron su nuevo hogar con el lugar donde el Arca de Noé por primera vez había descasado en tierra firme (la identificación del monte Ararat es muy posterior). Esta tradición sería el punto de partida para que en el siglo III d.C. la ciudad de Apamea tomara al arca como motivo para el reverso de sus acuñaciones locales.

Un reverso bíblico


Parece que desde finales del siglo II d.C. un grupo importante de judíos formaba parte de la elite de Apamea y ocupaba regularmente altos cargos políticos de la ciudad. Algunos llegaron incluso a desempeñarse en las magistraturas principales y se decidieron rendir homenaje a sus raíces religiosas mostrando a Noé y el arca en las monedas de la ciudad.

Los romanos permitían a las ciudades del imperio producir sus propias monedas de bronce. Habitualmente, se colocaba en el anverso el retrato del emperador reinante, mientras que el reverso era utilizado para temas locales. El motivo del arca fue acuñado, probablemente de manera intermitente, durante los reinados de Septimio Severo, Alejandro Severo, Gordiano, Felipe el árabe, y Treboniano Galo, es decir, durante un período de 61 años. La misma moneda puede haber sido acuñada también con el retrato de otros emperadores, como Caracalla, hijo de Septimio Severo, pero éstas no se han descubierto hasta la fecha.
Dibujo de moneda de Apamea con el arca de Noé
Los reversos son muy interesantes, pues no se limitan a representar sólo una escena, sino que relatan la parte más importante de la historia. A la derecha, el Arca se muestra a la deriva en el agua, con Noé y su esposa en su interior. Por encima se reconoce la paloma que regresa con una pequeña rama probando la existencia de tierra. A la izquierda, vemos una escena posterior: Noé y su esposa ya de pie en tierra firme, agradeciendo a Dios por su salvación.

Estas monedas son extremadamente raras, con unos 20 ejemplares conocidos. La mayoría de los cuales se encuentran muy desgastados y corroídos, pero alcanzan valores de 10 a 15 mil dólares. Los ejemplares bien conservados alcanzan valores muchas veces más grandes.

lunes, 11 de junio de 2012

Monedas bíblicas

Denario del tributo - moneda bíblica


Siempre me ha parecido en extremo curiosa la designación de “monedas bíblicas”. En esta entrada presento una pequeña discusión sobre esta categoría, muy popular y muy coleccionada, sobre todo en el mundo anglosajón.

Monedas en el Nuevo Testamento


El Antiguo Testamento representa el 75% de la extensión de la Biblia y data, en su gran mayoría, de un período premonetario, por lo que no tenemos mucho para buscar en él. En el Nuevo Testamento, por otra parte, apenas encontramos unas cuantas referencias a monedas y todas bastante imprecisas.

Las referencias más importantes en los evangelios son: las de la pequeña ofrenda de la viuda pobre (Marcos 12:41-44, Lucas 21:1-4), el denario del tributo (Marcos 12:14-17 y Mateo 22:17-22) y las 30 piezas de plata que Judas recibe como recompensa por su traición (Mateo 26:15). Los estudiosos se han esforzado por identificar con precisión estas monedas, pero la información es, en la mayoría de los casos, simplemente insuficiente. Ello es lógico, porque no se trata de un tema de relevancia para los evangelistas, que en cada caso las utilizan sólo como herramienta para ilustrar otro punto.

Si bien existen tiendas numismáticas que ofrecen, entre otras cosas, denarios del tributo, se trata en realidad simplemente de denarios de Tiberio o Augusto que se habrían encontrado en circulación durante la época de Jesús (como el que encabeza esta entrada). La conexión bíblica es más que tenue.

La moneda de la ofrenda de la viuda pobre es designada como un lepton, la moneda de bronce más pequeña usada en Judea en tiempos de Jesús. Las monedas de Judas, por su parte, podrían haber sido tetradracmas de Tiro, usualmente denominados siclos (ilustrados abajo), o estateros de Antioquía, entre otras muchas posibilidades. Los primeros eran utilizados también para realizar el pago de los tributos al Templo al que estaba obligado todo judío. El importe era de medio siclo al año por persona. Por eso había cambistas en el Templo, para que los judíos pudieran cambiar sus monedas por las de Tiro para efectuar el pago.


¿Qué son entonces las monedas bíblicas?


Evidentemente, las monedas bíblicas tienen que ser algo más que las mencionadas en la Biblia. Generalmente, es una forma de designar a un conjunto heterogéneo de piezas que tienen alguna conexión con las regiones e historia del antiguo Israel y del cristianismo temprano. Dentro de esta categoría podemos reconocer tres grandes grupos separados:

  • Monedas acuñadas por las diversas unidades políticas y autoridades judías, que datan desde el período persa hasta el dominio romano. Un grupo especialmente interesante son las acuñaciones producidas durante las diversas revueltas judías.
  • Monedas acuñadas por los romanos en Judea o en zonas aledañas y que circularon por la región. Las más famosas, sin duda, son las monedas de la serie acuñada por Vespasiano y Tito, con la leyenda Judaea Capta, para conmemorar la derrota de la primera revuelta judía.
  • Monedas acuñadas por otras autoridades políticas y que circularon por la región de Judea. Las más importantes son monedas persas y seleucidas. También las acuñaciones de algunas ciudades como Tiro, Pérgamo, etc. durante el período romano.


Un criterio semejante al recién expuesto es el seguido por David Hendin en su importante Guide to Biblical Coins, un trabajo muy difundido (ya en su quinta edición) y de extrema utilidad tanto para el coleccionista como para el investigador.


En una forma todavía más laxa, se considera también como parte de esta categoría a las monedas que tienen motivos inspirados en historias de la biblia. Esta es una clasificación orientada exclusivamente a los coleccionistas. Es la seguida por Richard Plant en su A Numismatic Journey Through the Bible, una buena introducción divulgativa.

Personalmente, creo que "monedas bíblicas" es una categoría confusa y sin fronteras claras, que engloba bajo un mismo rótulo cosas muy heterogéneas. Sólo me parece útil para definir un ámbito muy difundido de coleccionismo.

jueves, 7 de junio de 2012

Nueva moneda con forma de mapa


La casa de la moneda de Perth, Australia, se caracteriza por producir piezas sumamente originales. Ya tuve ocasión de tratar en este blog de su gigantesca moneda de una tonelada de oro, la más grande del mundo. Ahora nos sorprenden con esta llamativa edición limitada con la forma del mapa de Australia y una representación a todo color del KOOKABURRA, un ave típica del país. Es la primera de una serie de piezas con forma de mapa de pronta aparición.

Asociamos automáticamente la idea de moneda con una forma redonda. Sin embargo, a lo largo de la historia, se han conocido muchas variantes y experimentos, desde los delfines de Olbia a las gigantescas monedas-placa suecas. Por supuesto, las monedas figurativas son especialmente atractivas.

Si nos detenemos específicamente en las piezas que reproducen el contorno de un mapa, inmediatamente nos vienen a la mente las famosas acuñaciones de la isla de Nauru, en la Micronesia. Como esta con la forma de Alemania:


O ésta que reproduce a la Comunidad Europea:

Ambas fueron producidas para celebrar la aparición del Euro, apuntando, sin duda, a los coleccionistas del continente como principales destinatarios.

La comercialización de este tipo de piezas destinadas únicamente a coleccionistas es un mercado global que mueve cifras astronómicas. Para atraer la atención de los potenciales compradores, la tendencia es ofrecer siempre nuevas piezas, cada vez más llamativas. El buen gusto es, con frecuencia, sacrificado en el proceso, como, por lo menos en mi opinión, sucede en el presente caso. Otro ejemplo son estas acuñaciones conmemorativas de los próximos juegos olímpicos.

lunes, 4 de junio de 2012

Heritage subasta la segunda parte de la colección Shoshana


El próximo 5 de septiembre, Heritage Auctions ofrecerá la segunda mitad de la fantástica colección Shoshana de monedas del antiguo Israel. La subasta se llevará a cabo en el marco de la Exposición de coleccionismo de Long Beach, tal como Heritage lo hace habitualmente. 


Según informa Heritage, esta segunda subasta contará con más de 600 lotes de piezas individuales y grupos, incluyendo algunos de las monedas judías más raras y bellas que se conocen. La subasta de la primera parte se realizó los 8 y 9 de marzo pasados en Nueva York y generó titulares en todo el mundo cuando el famoso "prototipo" shekel delaño 1 se vendió por 1.100.000 dólares, que era cuatro veces más que el récord anterior para una moneda judía antigua.


En total, la subasta alcanzó la cifra de $ 7.6 millones, lo que la sitúa entre las colecciones privadas de monedas antiguas de mayor valor jamás vendidas. Al igual que la primera, la segunda parte abarca toda la historia de la antigua numismática judía desde las primeras monedas del período persa, alrededor del año 500 a.C., hasta la época medieval alrededor del año 1100. David Hendin, autor de la Guide to Biblical Coins, fue contratado por Heritage para ser el catalogador de la colección Shoshana y la ha llamado "la mayor colección de antiguas monedas de Judea jamás ofrecida en una subasta pública."

sábado, 2 de junio de 2012

Los primeros tetradracmas atenienses


Hace un par de semanas, escribía aquí sobre las primeras monedas atenienses, las Wappenmünzen. Ahora, continuando el tema, quería dedicar esta entrada a los primeros tetradracmas atenienses, una innovación del último cuarto del siglo V a.C. Se trata de piezas de gran interés histórico y muy llamativas, al estar decorado el anverso con un imponente Gorgoneion. El ejemplar cuya imagen encabeza esta entrada fue subastado como parte de la colección Próspero por 130.000 dólares.

La introducción de una nueva denominación

En algún momento alrededor del año 525 a.C., los atenienses introdujeron cambios significativos en su producción monetaria. Remplazaron las Wappenmünzen por una pieza nueva destinada a tener una larga historia, el tetradracma. Probablemente, fue entonces la primera vez que, en toda la cuenca del Mar Egeo, se añadía un motivo de reverso a una moneda en lugar de las simples marcas incusas utilizadas en las acuñaciones arcaicas.

Los motivos variables que, como vimos, decoraban los anversos de las Wappenmünzen fueron ahora desplazados hacia el reverso y el anverso se reservó para un motivo uniforme, la cabeza de una Gorgona. La misma no era un símbolo privado, sino cívico. Representaba al conjunto de los atenienses al ser una alusión a su deidad patrona, Atenea, pues, un Gorgoneion era parte de su égida.

Un medio de pago internacional

El tetradracma (4 dracmas), con un peso aproximado de 17,28 g, era una moneda relativamente grande -casi un pequeño lingote- que sólo podía utilizarse en transacciones de alto valor. Esta denominación serviría como piedra angular de las acuñaciones de Atenas durante los próximos siglos. Su introducción parece indicar que los atenienses reorientaron su política monetaria para centrarse en el comercio exterior. Esto es confirmado por la evidencia de los hallazgos de monedas. Mientras que las Wappenmünzen aparecen sólo raramente fuera del Ática, estos primeros tetradracmas se encuentran en un amplio territorio, lo que indica que tuvieron éxito en establecerse como medio internacional de pago.

Con su nuevo tetradracma, los atenienses dotaron de valor añadido a lo que comenzaba a constituirse en una de sus exportaciones más rentables, la plata de las minas de Laurión. El análisis metalúrgico de estos primeros tetradracmas y de las Wappenmünzen sugiere que las minas de Laurión eran ahora la principal fuente de metal para las acuñaciones atenienses, mientras que antes se había utilizado sobre todo plata proveniente del extranjero, tal vez de las posesiones de Pisístrato cerca del Monte Pangeo en el norte del Egeo.

El diseño de estos primeros tetradracmas sería luego remplazado por los motivos que llegarían a ser la marca distintiva de las monedas atenienses, la cabeza de Atenea y la lechuza -como veremos en una futura entrada.