Magnencio fue un oficial militar
nacido en la Galia pero de ascendencia germánica (303-353 d.C.) que en el año
350 encabezó una exitosa conspiración contra el emperador Constante -el hijo de
Constantino-, que se había vuelto muy impopular con el ejército. Magnencio fue
proclamado emperador y Constante asesinado.
Los intentos de buscar una
conciliación con Constancio II, el hermano de Constante que reinaba en las
provincias orientales, fracasaron y Magnencio tuvo que iniciar los preparativos
para una guerra civil.
La moneda cuya imagen acompaña
esta entrada es una de las acuñaciones más famosas de Magnencio, sobre todo
porque fue la primera moneda en presentar como motivo principal en su reverso al
crismón (el monograma compuesto por las primeras letras griegas del nombre de
Cristo). Este símbolo ya había aparecido en monedas de Constantino y sus hijos,
pero siempre como una pequeña marca de control o dentro del estandarte militar
conocido como labarum.
El gran numismático Pierre Bastien vio a esta
moneda como parte de la campaña de propaganda de Magnencio contra Constancio II.
Según esta tesis, Magnencio emitió las monedas con el crismón para ganarse el
favor de los cristianos ortodoxos que estaban descontentos con la política
religiosa de Constancio II y su apoyo al arrianismo. El arrianismo era una
corriente teológica que contaba con muchos adeptos en el Oriente del imperio y
veía a Cristo como un ser creado, y que por lo tanto no había existido desde
siempre. La corriente opuesta, la ortodoxa nicena, concebía a Cristo como una parte de
la Trinidad que había existido desde siempre.
En el reverso de la moneda de
Magnencio el crismón aparece acompañado de las letras griegas alfa y omega- Es
posible ver en las mismas en alusión al pasaje del evangelio de Juan que afirma:
"Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el que es y que era, y
que ha de venir, el Todopoderoso". Un pasaje que era una consigna central
para los ortodoxos en su disputa con los arrianos.
Posteriormente, Bastien expresaría dudas sobre esta interpretación, teniendo en cuenta la poco clara identificación religiosa de Magnencio. Sin embargo, creo que eso es irrelevante a la cuestión. FUeran cuales fueses sus creencias personales, Magnencio sin duda tenía interés de buscar el apoyo de los cristianos ortodoxos, que podían ser sus aliados naturales en la lucha contra el arriano Constancio.
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